martes, 23 de junio de 2009






HUMANOS LOBOS

Como un recóndito misterio;
Armado en tantas eras señaladas,
Queriendo juntar sus piezas;
Pedimos auxilio a Carlos Darwin,
Creador de evolución de las especies;
Seguimos su línea y aquí están estas pinceladas:

Arrogantes pasamos de caníbales alegres;
A sustituir la carne ensangrentada que embrutece,
Por el canibalismo económico;
Que da lugar a la virtud cristiana,
Caridad que salva el alma.

Aunque en esta escalera que trepamos
En una época el negro y esclavo no tenía alma,
Por sabio consejo del mejor cristiano
Entonces daba lo mismo si lo quemábamos
O lo cambiábamos por un burro sano.

Pero buscando la justicia y la razón
Hubo hombres como Bartolomé de Las Casas
Que traduciéndolo dijo con su vozarrón,
Negro mulato o lo que sea
Tiene tantos derechos como el español

Y aún antes y quizás después
El gran amo conservaba
Gozoso el derecho de pernada
Y aquel campesino se tragaba
El cumplimiento de su amada.

Y siendo aquel requisito
Una mueca del mero diablito
Se borró en la era del post feudalismo
Amparado en la fusta del religioso bendito.


Y así quiso el hombre poderoso
Mandar sobre cualquier otro de enfrente
Crearon para ello imperios lustrosos
Y todos cayeron tarde o temprano o de repente

Los hombres aquellos de poca entendedura
Que no podían llegar a la altura
Siguieron el juego creyéndose especialistas
Y así se convirtieron en propagandistas
Su estantarte la envidia
El chismorreo y la avaricia
El prejuicio y la percepción
Fue su calma chicha
En medio de ellos
Los humanos normales
Nos debemos desenvolver,
Con aprendida pericia.

La evolución de las especies,
Nos da los matices
La serpiente ofrece la manzana
pero ya esta reconocida por los adanes
aún así la hipocresía de los ofidios
Debemos reconocerla a puros reflejos
Pues su sonrisa nos hipnotiza
y es mejor tener lejos.

A esos humanos que creen sobrevivir
A pura maldad por ser clones de la serpiente
Que las pario de su vientre,
Por aquello de la evolución de la especie.
Por eso clamamos para que la vertiente humanista
Se quede y crezca
En todos los hombres
Y el paraíso no sea promesa.
En suma humanos míos;
Hay hombres que se nos parecen,
Pero que tienen en su esencia
Solo genes de la serpiente
De la doctrina cristiana,
Reptiles que nos ofrecen la manzana,
Y cuyo mandato no es extraño
Pues su mira es hacernos daño;
Aunque deban hacernos beber el brebaje
Disfrazándose de dulces abuelas
O de comprensivos compañeros,
De los cuales no se tenga ninguna queja.

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